Un giro histórico en la estrategia global. Volkswagen, China y la nueva realidad del consumidor

Un giro histórico en la estrategia global. Volkswagen, China y la nueva realidad del consumidor

Durante más de 30 años, Volkswagen ha mantenido una filosofía inquebrantable: sus vehículos producidos en China, en alianza con el gigante local FAW, eran exclusivos para el mercado chino. Esta estrategia de nicho, enfocada en satisfacer las demandas específicas de un mercado masivo, funcionó a la perfección. Sin embargo, en el cambiante tablero de la industria automotriz global, incluso las reglas más estrictas están destinadas a romperse.

Un-giro-historico-en-la-estrategia-global-volkswagen-china-y-la-nueva-realidad-del-consumidor

El reciente anuncio de que Volkswagen comenzará a exportar sus modelos "Made in China" a otros rincones del mundo marca un punto de inflexión histórico para la marca alemana y una señal clara de las profundas transformaciones que vive el sector. Esta decisión no solo redefine la cadena de producción de VW, sino que también tiene implicaciones directas en la oferta, la competitividad y, crucialmente, los precios de los vehículos para el consumidor final en diversas regiones.

La decisión de exportar vehículos fabricados en China no es un capricho, sino una respuesta pragmática a tres presiones fundamentales del mercado global: la electrificación, la competencia de precios y la saturación de capacidades productivas.

Los fabricantes chinos de automóviles, como BYD, JAC, Chery y muchos otros, han irrumpido en el mercado global, incluyendo Latinoamérica y Europa, con una propuesta de valor brutal: vehículos con alta tecnología, diseños atractivos y, sobre todo, precios altamente competitivos. Esta ventaja se debe a la eficiencia de costes y la velocidad de desarrollo que han alcanzado sus vastas y modernísimas cadenas de suministro.

Para un gigante tradicional como Volkswagen, competir en precio se vuelve un desafío. Producir en Alemania o Estados Unidos, con costos de mano de obra y logística más altos, dificulta la batalla contra los precios chinos. Al utilizar su infraestructura ya establecida en China con FAW, Volkswagen puede aprovechar esos bajos costos de producción para ofrecer modelos competitivos en otros mercados. En esencia, está usando las herramientas de su rival para competir contra él.

El mercado mundial se está moviendo hacia el vehículo eléctrico (VE), y China es el epicentro de esta revolución. El texto menciona que Volkswagen tiene previsto lanzar 30 modelos eléctricos en China en los próximos cuatro años. Esta explosión de desarrollo y producción de VE en suelo chino genera dos oportunidades clave para el consumidor global:

Tecnología accesible: China domina la cadena de suministro de baterías y la manufactura de componentes eléctricos. Al fabricar sus VE allí, Volkswagen no solo reduce costos, sino que garantiza acceso a la tecnología más avanzada y de mayor volumen.

Modelos excedentes: Una vez que se desarrollan modelos eléctricos para el mercado chino, que es inmenso, la producción de economías de escala puede generar un excedente. Exportar estos VE a otras regiones es la forma más lógica de maximizar la inversión y llevar modelos eléctricos a mercados donde, de otro modo, serían demasiado caros de ofrecer.

Históricamente, los autos se diseñan en Europa o EE. UU. y se exportaban las versiones simplificadas o ensambladas a China. Hoy, asistimos a una "Globalización al Revés". Los modelos diseñados para el exigente y tecnológico mercado chino están listos para ser exportados. Este es el caso del Magotan y el Sagitar (similares al Passat y Jetta), que ahora se destinarán a Medio Oriente, y de la marca de bajo costo Jetta que irá a Asia Central.

Los primeros modelos que romperán la barrera de exportación de Volkswagen son vehículos de volumen que encajan en segmentos tradicionales y de bajo costo.

Magotan y Sagitar: Estos sedanes de gran volumen, equivalentes a versiones chinas del Passat y el Jetta tradicional, serán la punta de lanza en mercados de Medio Oriente. Para los consumidores de estas regiones, esto significa la llegada de vehículos con la ingeniería alemana de Volkswagen, pero con un diseño y un enfoque de costes optimizados para el gusto y el presupuesto chino.

La ventaja del Sedán: Mientras que Occidente se ha volcado al SUV, el sedán sigue siendo popular en Asia y Medio Oriente. Estos modelos ofrecen una alternativa más tradicional y eficiente que se beneficia de la economía de escala china.

Uno de los movimientos más audaces es la exportación de la marca Jetta. Lanzada en 2019 en conjunto con FAW, Jetta no es un modelo, sino una marca low-cost completa. Sus modelos, como el VA3 (similar al Vento/Polo Sedán) y el VS5 (similar al Taos/Tiguan), se centraron inicialmente en Asia Central.

¿Qué significa Jetta para el consumidor?

Valor: Jetta fue diseñada para ser una alternativa extremadamente competitiva en precio, enfocada en la gente joven y las familias con presupuesto limitado.

Cualidad VW: Aunque sean de bajo coste, se benefician del know-how de Volkswagen en seguridad, calidad de ensamblaje y tren motriz, elementos que a menudo faltan en las marcas puramente low-cost.

Una opción competitiva: Para los mercados en desarrollo, la marca Jetta permite a VW competir directamente con marcas chinas y coreanas en el segmento de entrada, ofreciendo un producto de mayor confianza gracias al respaldo alemán.

Se establece claramente que "No, al menos no por ahora" habrá modelos Volkswagen hechos en China para México. La estrategia de VW en la región de Norteamérica y México aún se basa en una combinación de producción local (Puebla) con modelos de Brasil, India, Estados Unidos y Alemania. Sin embargo, la puerta no está sellada.

La principal razón para que China llegue a México y Latinoamérica es la competencia de los Vehículos Eléctricos (VE).

El caso BYD y JAC: Marcas chinas ya han inundado el mercado mexicano con VE y vehículos híbridos enchufables a precios muy atractivos. Para que Volkswagen pueda competir con sus propios VE (los modelos ID.), necesitará una estructura de costos que solo la producción china puede ofrecer.

El dilema del ID.: Si VW fabrica su línea ID. en Europa y los importa a América Latina, los aranceles y la logística elevan los precios, dejándolos fuera de la lucha contra los modelos chinos de bajo costo. Importar el VE "Made in China" podría ser la única vía para ofrecer los eléctricos de Volkswagen a un precio que el mercado mexicano y latinoamericano pueda pagar.

La idea de importar un vehículo de una marca "occidental" fabricado en China ya no es la excepción, sino la regla. El consumidor final debe acostumbrarse a que el origen geográfico del vehículo ya no es un indicador de calidad, sino de estrategia de costos:

BMW y MINI: Algunas versiones se ensamblan en China bajo un estricto control de calidad alemán.

CUPRA: El Tavascan, uno de sus modelos eléctricos más prometedores, se fabrica en China.

General Motors (GM) y Ford: Varios de los modelos más vendidos de Chevrolet, Ford y Dodge en México y otros países de la región son etiquetados de marcas chinas o son el resultado de joint ventures asiáticas. El comprador de una SUV Ford Territory, por ejemplo, está conduciendo un producto con fuerte ascendencia china.

Para el consumidor, el país de origen está siendo reemplazado por la ingeniería de origen. Un VW chino sigue siendo un VW porque su diseño, estándares de seguridad y control de calidad provienen de la ingeniería alemana, aunque la línea de montaje esté en Asia.

La histórica decisión de Volkswagen de exportar sus autos hechos en China es un reflejo de la madurez industrial de China y la necesidad de competir en precio y electrificación.

Para el consumidor final, este cambio es netamente positivo:

Mayor diversidad de modelos: La apertura de las fronteras a modelos como el Magotan, Sagitar, VA3 y VS5 añade más opciones en los segmentos de sedanes y SUVs.

Precios más competitivos: La optimización de costos en China se traduce en un mejor precio de venta al público en otras regiones.

Aceleración de la electrificación: Si Volkswagen decide que la única manera de vender su gama ID. en la región es importadora de China, esto significa la llegada de VE alemanes a precios accesibles para desafiar el dominio de las marcas chinas de VE.

El futuro del automóvil es global, interconectado y, cada vez más, se ensambla donde la eficiencia de costes es máxima. La alianza de Volkswagen y FAW ya no es un secreto bien guardado, sino una fuerza exportadora que está a punto de redefinir lo que significa comprar un coche alemán en el siglo XXI. El consumidor debe mirar la etiqueta de "Made in China" no como una señal de inferioridad, sino como el nuevo estándar de la competitividad global y la accesibilidad automotriz.

Lee y descarga todas nuestras publicaciones

Consulta la revista que te interese y selecciona la que quieras descargar. ¡Es completamente gratis!